Hoy hace un año

                                                                        “HOY HACE UN AÑO”

     Hoy hace un año que el mundo cambió. Hoy hace un año desde que empezó todo. Hoy hace un año desde que Cottons cerró sus puertas por primera vez durante seis meses en 12 años de su vida. Hoy hace un año desde que nos quitaron el privilegio de poder estar con nuestros enanos enseñándoles y acompañándoles en sus primeros años de vida. ¿Y qué ha pasado en este año? Cada uno ha tenido una experiencia distinta en este tiempo. Mucha gente ha sufrido la pérdida de sus seres queridos, mucha gente ha luchado (y sigue luchando) por salvar la vida de otras personas o por hacerla mejor, mucha gente investiga cómo solucionar esta crisis. Pero hoy queremos contaros cómo ha sido este año para las profes de Cottons. Cómo hemos vivido los cambios, cómo nos hemos adaptado poco a poco a la “nueva normalidad” dentro de la escuela. Y sobre todo queremos contaros lo que significó estar sin nuestros peques y lo que significa poder estar de nuevo con ellos.

     No todas las escuelas infantiles han tenido la suerte de llegar hasta aquí y han tenido que abandonar sus sueños, sus ilusiones y su vocación. Cottons ha tenido la gran suerte de continuar con vosotros y eso os lo debemos a todos los que confiáis en nosotras. Pero como las buenas historias, lo mejor es empezar desde el principio.

     Cuando el 11 de Marzo de 2020 cerramos las puertas de la escuela, todas las profes pensábamos que íbamos a volver en 15 días. Sería un periodo para preparar sorpresas para nuestros niños, descansar y volver con las pilas cargadas. Pero esos 15 días se transformaron en un mes y ese mes en tres y esos tres en seis. Durante ese tiempo la incertidumbre de qué pasaría no nos abandonó a ninguna y todas hicimos todo lo posible para que, aunque no nos viésemos, nos sintieseis cerca. Preparamos actividades, videos y estuvimos informando de todo lo que llegaba a nuestras manos para manteneros informados de la situación. Siempre con la esperanza de hacerlo bien y la ilusión de seguir de alguna manera cerca de todos vosotros.

     Durante este tiempo no dejamos de luchar y de hecho Cottons junto con otras escuelas ha creado la asociación AceipA, que intenta abrirse hueco y luchar por vuestros derechos, por los derechos de nuestros niños en las escuelas y porque la educación Infantil se valores mucho más de lo que hoy en día se hace.
Por supuesto la vuelta en septiembre no fue sencilla. Tuvimos muchas reuniones on-line y, una vez que nos lo permitieron, todas juntas para evaluar y preparar la vuelta de nuestros niños. No sería una adaptación normal a un nuevo curso. Habían pasado muchas cosas y el aislamiento podía haber hecho mella en nuestros peques. Todo había cambiado. Nuestra forma de trabajo ya no sería la misma. Aulas burbujas, toma de temperatura, trabajar con mascarilla sin poder expresarte totalmente con los niños, precauciones máximas de higiene, no permitir la entrada de nuestras familias al centro, seguir un nuevo protocolo de actuación creado por el centro… en fin, un millón de cosas nuevas y un millón de sentimientos encontrados. Alegría y entusiasmo por volver a estar con todos ellos, miedo de cómo sería la nueva situación, incertidumbre por el virus que aún nos acechaba y miedo por pensar que no estábamos libres de que pudieran de nuevo mandar cerrar las puertas de la escuela.

     Pero como en toda buena historia, nuestros héroes menudos con sus risas, su alegría, sus gritos y su entusiasmo hicieron una vez más que todo fuera más fácil, que las profes volvieran a sonreír sin miedo, y que durante el tiempo que pasan juntos todo parezca de nuevo normal. El ser humano se adapta con facilidad a las nuevas situaciones, el instinto de supervivencia siempre renace cuando es necesario y tanto nuestros niños como nuestras familias nos demostraron que sigue siendo así. Un par de semanas después de haber vuelto y a pesar de todos los cambios miramos y vimos que todo iba bien, que teníamos que seguir luchando y no olvidar jamás por la situación que habíamos pasado y seguíamos pasando, sobreviviríamos y seguiríamos haciendo lo que más nos gusta: pasar la vida con nuestros niños y enseñarles a ser lo mejor de sí mismos.

     Por supuesto, un enorme abrazo y todo nuestro cariño a todos los que estuvisteis ahí ayudándonos, apoyándonos y confiando en nosotras. Sin vosotros no seguiríamos aquí y Cottons habría dejado de brillar con luz propia, como una estrella que desaparece.